Leer libros cerrados

Unos investigadores han creado el prototipo de un sistema para leer páginas de libros sin tener que abrirlos, algo que puede estropearlos si son ejemplares muy antiguos o que han sufrido un grave deterioro por otras causas. Este prototipo ya ha sido probado en un fajo de papeles, cada uno con una letra impresa sobre él, y ha conseguido identificar correctamente las letras de las nueve hojas superiores.

El sistema en acción. (Foto: Barmak Heshmat)

El invento es obra del equipo de Barmak Heshmat, del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos.

El Museo Metropolitano de Nueva York ya ha mostrado mucho interés en el nuevo sistema, porque quiere, por ejemplo, examinar el contenido de algunos libros antiguos cuyo estado hace desaconsejable incluso tocarlos.

El sistema se podría utilizar para analizar cualquier material organizado en capas delgadas, como por ejemplo recubrimientos sobre piezas de maquinaria, no solo páginas de libros.

El sistema utiliza radiación en el orden del terahercio, la banda de la radiación electromagnética situada entre las microondas y la luz infrarroja, que tiene varias ventajas sobre otros tipos de ondas que también pueden penetrar en superficies, como los rayos X o las ondas sonoras. La radiación del terahercio (por regla general, aproximadamente entre 0,1 y 3 terahercios) ha sido investigada ampliamente para su uso en revisiones de seguridad, dado que las diferentes sustancias químicas absorben distintas frecuencias de esta radiación y en grados diferentes, proporcionando ello una "firma" de espectral distintiva para cada una. En la misma línea, los perfiles de radiación en el orden del terahercio permiten distinguir entre la tinta y el papel en blanco, de una manera que está fuera del alcance de los rayos X.

La radiación del terahercio se puede también transmitir en ráfagas tan cortas que la distancia que ha viajado puede medirse a partir de la diferencia entre su tiempo de emisión y el momento en que la radiación reflejada regresa a un sensor. Esto proporciona una resolución de profundidad mucho mejor que la ofrecida por los ultrasonidos.

El sistema explota el hecho de que, atrapadas entre las páginas de un libro, existen diminutas bolsas de aire de solo 20 micrómetros de profundidad. La diferencia en el índice de refracción (hasta qué punto desvían la luz u otra radiación) entre el aire y el papel implica que la frontera entre ambos reflejará la radiación del terahercio de vuelta a un detector.

En la configuración del sistema con el que están haciendo ensayos los investigadores, una cámara estándar para radiación del terahercio emite ráfagas ultracortas de esa radiación, y el sensor integrado en ella detecta sus reflejos. A partir de los tiempos de llegada de dichos reflejos, el algoritmo de los investigadores del MIT puede medir la distancia hasta las páginas individuales del libro.

Después dos algoritmos analizan las señales útiles recibidas y determinan qué dice el texto de cada página.

En este trabajo de investigación y desarrollo también han trabajado Ramesh Raskar del MIT, Albert Redo Sanchez (de la misma institución hasta hace poco en que ha pasado al Excelsior College de Albany, Nueva York), así como Justin Romberg y Alireza Aghasi, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), todas estas entidades en Estados Unidos.

Información adicional: Camera Culture


Fuente:  Noticias de la ciencia y la tecnología

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