El camino de la palabra: el español, un idioma en expansión

El nuevo diccionario de la Real Academia suma 5000 voces.


Uno de los programas más vistos de la televisión argentina, Los 8 escalones, suele incluir entre las preguntas que hace a sus concursantes el desafío de reconocer qué palabras integran (o no) el diccionario de la Real Academia Española. A partir de ahora deberá revisar las respuestas. Es que esa autoridad indiscutida de la corrección ortográfica presentará una nueva edición, la 23a., de este tesoro lexicográfico que recibe más de 40 millones de consultas al mes en su versión online.

El nuevo Diccionario de la lengua española, dirigido por Pedro Álvarez de Miranda, incorpora ahora 5000 palabras respecto de su edición anterior, de 2001 (entre ellas están "spa", "bretel", "bótox", y argentinismos como "fernet", "cacerolazo" y "carenciado") para reunir un acervo de 93.111 voces. Además, aparecerán 195.439 acepciones (por ejemplo, "tableta" ahora tiene una definición como dispositivo electrónico), entre las cuales 18.712 son americanismos.

"Limpia, fija y da esplendor", reza esta academia con 300 años que encabeza José Manuel Blecua.

El camino que recorre una palabra desde la boca de un hablante hasta una página del diccionario es un trayecto plagado de análisis, discusiones, estudios científicos y estadísticos. El primer tramo comienza cuando una voz llama la atención de un lexicógrafo: en la calle, en un medio de comunicación, donde fuera, aparece un término nuevo que designa un fenómeno u objeto. Por ejemplo, hoy se incorporan los anglicismos chat y blog; siglas, como SMS, o sustantivos, como pilates.

En Madrid, a metros del estadio Santiago Bernabéu, funciona el Centro de Estudios de la RAE. Allí los filólogos someten a las palabras a todo tipo de pruebas; a los corpus, gigantes archivos donde se busca cómo y en qué contexto aparece una palabra. Buscan la definición más aproximada de una voz y todas sus acepciones. Y hay lexicógrafos especializados en ámbitos como ciencia, arte, tecnología.

Luego será el turno de la evaluación y el escrutinio en torno a la incorporación de una palabra. En el edificio de la RAE, a pasos del Museo del Prado, los académicos debaten los jueves las palabras redactadas. Es la Comisión Delegada del Pleno la que dará el veredicto sobre la incorporación de una palabra (o la enmienda de su definición), un hecho siempre sujeto a polémicas. La definición perfecta no existe, pero es necesario realizar el intento por alcanzarla, pues gracias a la palabra se transmiten ideas y con ellas se erige una cultura.

DIEZ ARGENTINISMOS QUE PASARON LA PRUEBA

1. Bufarrón

2. Gatillo fácil (acepción, porque gatillo por separado ya existía)

3. Amague

4. Amigovio

5. Cacerolear

6. Cuartirolo

7. Fernet

8. Chatita (zapatos)

9. Faulear

10. Desprolijo (suena universal, pero no, es un argentinismo)

Véase además:









Fuente: La Nación

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